Con el cambio de estación llega ese temido momento en el que hay que guardar la ropa de verano para dejar hueco en el armario para la de invierno. Suele ser un trabajo agotador y que todo el mundo retrasa lo más que puede. Nosotros te damos algunos consejos para que se convierta en un momento entretenido e, incluso, creativo.
– En primer lugar, saca todas las prendas del armario y haz tres montones: uno con todo lo que te vas a quedar; otro con lo que no quieres; y un tercero con la ropa sobre la que estás indecisa. La que no quieres puedes donarla o venderla, mientras que el tercer montón lo apartaremos para ocuparnos de él más tarde.
– Una vez que tenemos el armario vacío, es momento de empezar a colocar toda la ropa de otoño e invierno. Para que puedes encontrarla fácilmente, te recomendamos que lo hagas por colores o por tipo de prenda. De esta forma aportarás un toque estético a tu armario que agradecerás cuando lo abras cada mañana.
-En la medida de lo posible, cuelga todas las prendas que puedas, salvo las de punto que se deforman y están mejor dobladas. Para los accesorios y la ropa interior recurre a los cajones y las cajas, te permitirán mantener el orden y encontrar todo más rápido. Los bolsos y los zapatos estarán de maravilla en estanterías colocados en forma de expositor.
-En cuanto a la ropa que vas a guardar no olvides hacer también limpieza previa: elegir, descartar lo que sabes que no te pondrás el próximo año y lavar todo antes de meterlo perfectamente doblado en bolsas cerradas o cajas. Esta es la manera ideal de que esté en perfecto estado cuando vayas a buscarla.
-Si tienes poco espacio, te recomendamos las bolsas al vacío. La venden en ferreterías o en cualquier bazar «de chinos», son baratas, reutilizables y solo necesitas una aspiradora para sacarles el aire de manera que ocupen menos de la mitad de lo que lo harían en bolsas normales. Si sólo usas las maletas grandes para viajar en verano, durante el invierno las puedes utilizar de «armario» para guardar dentro la ropa
-Respecto al montón de ropa que no sabes si quedarte o no, vamos a darte unas pistas que te ayudarán a decidirte. Deberás pensar si la has utilizado en los últimos meses, repasar si está en buen estado y si te queda bien ahora (los «por si acaso adelgazo»es mejor descartarlos). Si has respondido de forma negativa a alguna de estas tres preguntas es mejor que lo dones, vendas o regales porque solo te servirá para ocupar un espacio inútil