Tras sus incursiones en el teatro, el cine y la televisión, la cantante recupera su faceta musical y apuesta por una mezcla de ritmos en su trabajo más recientePese a quien pese, Najwa Nimri (Pamplona, 1972) está que se sale. Tras su incursión en el teatro con Drac Pack (2016), colarse en series de máxima audiencia como Vis a vis y La casa de papel y su nominación al Goya por Quién te cantará (Carlos Vermut, 2018), la polifacética artista recupera ahora su faceta musical con el reciente Viene de largo. Un nuevo álbum en solitario que apuesta por un collage de ritmos con envoltorio electrónico que presenta el jueves 5 de marzo en Ochoymedio. La localizamos en el estudio dando los últimos retoques a su directo.Han pasado seis años desde tu último disco, Rat Race. ¿Por qué tanto tiempo?Es que estoy trabajando mucho en otras cosas y por mucho que tenga las ideas claras no he tenido tiempo material para grabar las nuevas canciones, porque no he parado de rodar.Es que estás un poco a todo: cine, televisión, teatro, música.Es que todo forma parte de lo mismo: vivir creando.Rat Race era en inglés y más discotequero y este es en castellano y bastante más trapero…Bueno, después de Rat Race saqué Bonzo, con Carlos Jean.Me refería en solitario…Ah, vale. Aunque algunos los firme en solitario siempre los hago con alguien. En el caso de Carlos firmamos juntos, pero por ejemplo en este me ha ayudado Josh Tampico con la producción, que ha trabajado como ingeniero de sonido de Red Hot Chili Peppers. Mola mucho y me he entendido muy bien con él. Aunque antes empecé a probar cosas con El Guincho y de ahí salió el single Lento.Estos nuevos temas son más oscuros que los de Rat Race.Bueno, ese también era bastante oscuro, lo que pasa es que sonaba más electropop e inevitablemente salió algo más fiestero. Al final nunca me acabo de tomar en serio. Y yo porque canto más o menos suave, pero mis canciones en realidad siempre son bastante oscuras.Aquí hay una mezcla de hip hop, trap, spoken word, electrónica e incluso ritmos cubanos tradicionales, como en No tengo miedo a llorar.Exactamente. Es un amasijo de influencias y parece que tira hacia un sitio, pero luego no tira hacia ninguno. Al principio pensamos en ritmos como el tumbao, que tiene más que ver con el bajo vientre y la cadera, pero finalmente solo hay un poco de eso.El single Bella ciao no aparece en el elepé. ¿Por qué?Es que no estaba pensado para meterlo en el álbum. Me lo propusieron desde la discográfica y quería probar con una versión muy seca. Luego me enteré de la historia detrás de la letra y todo lo que tiene detrás. Y me sorprendió un poco lo pachangueramente que la gente la utiliza ahora. A los de La casa de papel les gustó mucho, pero nunca pensé en comercializarla ni hacer videoclip ni nada. Me gusta mucho el espíritu que le he sacado, porque lo que dice la letra es espeluznante.Es un himno político: de la resistencia antifascista italiana, de los partisanos.La cantaban sabiendo que se los iban a cargar. Me imaginé perfectamente la situación y la crudeza del momento. Había que ponerle un soundtrack como de película postapocalíptica, de fin del mundo. Así me la imaginaba y así la hice.»Sigo siendo la fiera», asegura en la canción Viene de largo. ¿Para tanto es la cosa?¡Y para mucho más!Esa estrofa me recuerda a Cuidado, el clásico de Eskorbuto: «Cuidado, cuidado, os avisamos, somos los mismos que cuando empezamos».Es mi sentencia favorita: así empezamos, así seguimos. Es la frase que más repito.¿Es una advertencia para no iniciados?Para nada. Además, las nuevas generaciones no lo toman como una advertencia. Cualquier atisbo de chulería lo interpretan como una gracia, que es lo que es. Ahora la gente no lo interpreta como soberbia. Ponerse chulo provoca bastante risa.¿Te sientes más conectada con nuevas generaciones tipo El Guincho?Bueno, El Guincho ya tiene 36. Me refiero a gente más joven aún, que yo tengo un hijo de 15 años. Y para trabajar al nivel de El Guincho tienes que tener unos años y una cultura musical y haber pasado por varios sitios, porque no produce desde la tendencia sino desde el conocimiento. Y el ingeniero con el que estoy ahora también tiene mi edad. O igual es un poco más joven, porque todo el mundo que conozco es más joven que yo.Llega un momento en que suele pasar eso, sí.No, pero es que a mí me ha pasado siempre: me pasaba a los 20 y me pasa a los 40. Y a los 50 me pasará también.
Comparando entrevistas de los últimos tiempos con las de tus inicios, algo sí que te has suavizado, ¿no?Supongo, no sé. No sé qué decir. Si lo ves así, yo encantada. Es que nunca se me ha dado demasiado bien nada que no sea mi trabajo. Me encantaría que fuera de otra forma, pero es lo que hay.¿Es timidez?No creo. La gente que habla de su propia timidez tampoco me parece demasiado tímida. Es que no suelo estar muy cómoda en las entrevistas. Una vez que empiezo, todo bien. Pero al principio me cuesta mucho esfuerzo.Quizá es la rutina de la promoción.Tampoco. Es que no me siento especialmente cómoda ni hablando de mi trabajo ni hablando de mí. Para mí es mucho más sencillo hacer el trabajo que hablar sobre él. Siempre hay un momento en el que me canso de mí misma. Pero nunca me canso del de enfrente. Y eso es una cosa muy peculiar. ¡Pero es real! Es que me canso de mí, me doy pereza. Nunca vuelvo a casa después de una sesión de entrevistas pensando que todo el mundo es gilipollas y soy muy inteligente, sino todo lo contrario. Por eso me guardo tanto, para no gastarme yo. Hay gente a la que le encanta escucharse y hay gente a la que no le gusta nada.Como dices en Tasqtsales, otra de las nuevas canciones: «No me estoy poniendo intensa, solo tengo mala prensa».(Risas) Sí, exacto, eso es.¿Te has sentido malinterpretada en ocasiones?Sí, toda mi vida, desde que era pequeña. Pero creo que la culpable soy yo. No tengo nada que reprochar. No creo que el mundo esté equivocado en plan: «Pobrecita de mí, soy una incomprendida». Nunca me ha pasado eso, por eso siempre puedo remontar, porque nunca he creído que la culpa sea de los demás ni he echado balones fuera. Siempre me digo: «Tía, esto si no lo explicas, ¿cómo te van a entender, colega?». Es algo que muchas veces me pasa y es una cuestión de que no me he sabido explicar. Por eso soy fácilmente malinterpretable, la verdad.Datos de interés:Qué: Najwa. Cuándo: jueves 5 de marzo (desde las 20 h.). Dónde: Ochoymedio (Barceló, 11. Madrid). Entradas agotadas. www.ochoymedioclub.comConforme a los criterios de
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